lunes, 10 de octubre de 2016

Matcha

Ese té verde tan especial...


Comienza el Otoño y con él las tardes al lado de nuestra tacita de té o quizás esa mañana que sólo rompe el amanecer cuando disfrutamos de nuestra rica bebida caliente esperando el principio de un nuevo día que promete todo aquello que deseemos con fuerza.

Sí... el té verde es una de las bebidas más saludables y agradables que nos ofrece la naturaleza. Para entender que es aquello que lo hace tan especial necesitamos conocer su origen, así como el procesamiento de la planta del té en general.

Por lo tanto, primeramente hemos de decir que todos los tipos de té proceden de la misma planta, la llamada Camellia Sinensis, la cual es de hoja perenne y sus flores son de color blanco puro.

Existen cerca de 50 especies diferentes de té, todas ellas distribuidas en 50 países distintos, siendo China el líder que encabeza la lista; sin embargo el té de más calidad nace en Japón.

Los tés más prestigiados son los procedentes de la yema terminal o pekoe; específicamente el Gyokuro, que significa "gotas de rocío como joyas" o "rocío de jade", es uno de los tés japoneses de más alta gama, formado a partir de los primeros brotes más tiernos y delicados que florecen en la planta durante la época del mes de mayo. Las plantas de cultivo de este té incluso se cubren para resguardar sus hojas de las inclemencias del tiempo y evitar así exponerlas a los rayos directos del sol. Por todo ello es de los tés más valorados y de los que poseen un precio más elevado.

Las diferentes formas de procesamiento del té suponen el detalle más importante a tener en cuenta para marcar su grado de calidad, dicho proceso consiste en lo siguiente:

Té Bancha
  • En el mismo momento en que cortamos las hojas de la Camelia Sinensis, éstas ya comienzan a oxidarse y a fermentar, detalle que repercute negativamente tanto en su color como en su sabor.
  • Por esta razón inmediatamente después de recolectar las hojas, éstas son esterilizadas calentándolas varios minutos al vapor. En algunos casos también se tuestan o bien se asan, así evitaremos al máximo la probabilidad de fermentación. Es por ejemplo el té Hojicha, que surge de las hojas tostadas de la variedad Bancha.


  • Finalmente se enrollan y se secan. Como resultado, la mayoría de los tés verdes tienden a tener un color brillante vivo que distingue su grado de pureza.


El té verde, negro y oolong o azul se refieren simplemente al método usado para procesar las hojas de la planta originaria, pero en realidad estamos hablando del mismo té. Por tanto, según el tratamiento que se le dé al té, obtendremos los siguientes subtipos:

  • El té verde, es el único que no padece ningún tipo de fermentación. Por ello resulta de sabor más astringente, posee muy  poca teína, es diurético y un potente antioxidante natural.
  • Le sigue el té oolong, con un punto medio de fermentación. Su sabor resulta más intenso que el té verde, pero aún más delicado que el té negro. En realidad nos encontramos a camino entre los dos tipos de té.
  • Por su lado el té negro, ya ha sido fermentado, lo que le confiere más teína y más cuerpo. De sabor fuerte y el más aromático de todos los tés.
  • Así mismo el té rojo es un té post fermentado. Muy apreciado por su propiedad quema-grasa, ideal como complemento para hacer dietas. Además se le atribuyen propiedades para reducir el colesterol tipo LDL. Su gusto es su gran distintivo, nada tiene que ver con los anteriores, pues tiene un toque terroso que lo hace muy atractivo.
  • En último término tenemos el té blanco, el cual se cosecha únicamente en primavera y está formado únicamente a base de los brotes más frescos y blanquecinos que todavía no han adquirido el color verde típico de la planta. Se le atribuyen propiedades iluminadoras de la piel y del cabello, por ello se le llama el té de la belleza.

Para completar el círculo deberíamos hacer mención de los llamados tes de tres años. Son un grupo peculiar, cuya característica fundamental es que han perdido casi la totalidad de su teína, pero de una forma natural, gracias al tiempo que permanecen en la planta. Son las infusiones por excelencia de las dietas energéticas, sobretodo en la Macrobiótica, en cuyo caso se utilizan sobretodo para acompañar las comidas. Los tres principales dentro de este pequeño grupo son los siguientes:

Té Kukicha
  • Bancha: Es elaborado con las hojas del té verde que han sido recogidas después de permanecer, al menos, tres años en la planta. La cantidad por tanto de teína es mínima y sus propiedades son potenciadas. Es por ello que se puede tomar casi a cualquier hora del día.
  • Kukicha: Esta variedad de té verde se elabora con sus ramitas, en vez de con las hojas. También ha permanecido un mínimo de tres años en la planta antes de la cosecha. En este caso perdemos absolutamente toda la teína, por lo que resulta ideal incluso para los niños más pequeños de la casa. Es una bebida muy remineralizante y alcalina.
  • Hojicha: Se obtiene del mismo té Bancha, pero una vez ha sido tostado mínimamente sin llegar en ningún caso a quemarse. Desde la filosofía de la Macrobiótica es considerado el té de naturaleza más yang, a consecuencia del proceso de tostado al que es sometido, por ello combina a la perfección con comidas donde predominen alimentos crudos o demasiado dulces, para compensar el extremo yin de dicha comida. También es una gran elección en personas que arrastran cansancio o con falta de concentración mental.
Rooibos puro

Existen otras infusiones mal llamadas "té", como son el Té Rooibos y el Té de frutos rojos, pero en este caso no hablamos de la planta original Camelia Sinensis. Simplemente se trata de otro tipo de infusiones, con altas propiedades también a nivel sobretodo del ámbito digestivo, sistema nervioso por sus propiedades relajantes y sistema circulatorio, ayudando también a la eliminación de líquidos y a la depuración hepática de diferentes toxinas acumuladas. Ideales por tanto, para tomar después de las comidas o por la noche antes de acostarse, ya que carecen totalmente de teína, pues ésta es una sustancia exclusiva de la planta del té.

Un consejo personal es mezclar la variedad de frutos rojos con una pequeña proporción de hojas de té negro, le aportarán un plus de dulzor natural y combinan a la perfección con el sabor ligeramente astringente del té. 

Frutos rojos e Hibiscus
Además, las mezclas de frutos rojos de calidad suelen ir asociadas con pétalos de Hibisco, una planta con múltiples propiedades, lo que convierte dicha combinación en una excelente opción como drenador general, ayudando al control del peso y al correcto balance hídrico del organismo. Además es considerado un potente antiinfeccioso contra varios tipos de microorganismos.

Así mismo si queremos suavizar nuestra infusión de té verde y restarle mínimamente el toque herbal de dicha variedad, le podemos añadir unos brotes de rooibos, nos resultará mucho más suave y  al mismo tiempo nos aprovecharemos de las propiedades individuales de ambas plantas.


Dentro del amplio abanico de toda la variedad, el té verde más rico en nutrientes es el té Matcha; un tipo de té japonés que procede de los brotes más jóvenes de la planta y tiene un proceso de recolección similar al té Gyokuro. La distinción es que en este caso a las hojas se les extrae el nervio y posteriormente se pulverizan mediante un molino de piedra hasta convertirlo plenamente en polvo, sin pasar por fermentación alguna, sencillamente es vaporizado y nunca asado ni frito. Como resultado tenemos un té que retiene al máximo todos los nutrientes que concentra la hoja de té al completo y pierde el sabor amargo propio del té verde, que es indicativo del comienzo de su oxidación. En definitiva se trata de un té de altísima calidad que en Japón se consume a modo de ceremonia tradicional. Visualmente se distingue por su intenso color verde claro y porque se comercializa en envases de pequeño tamaño, de unos 50 o 100 gr. Muy en resumen se trata de un té crudo y puro al 100%.

La virtud del té verde en general se debe a que sus hojas frescas son ricas en polifenoles, una de las sustancias antioxidantes más potentes. Dichos polifenoles pueden constituir hasta un 30% del peso de la hoja seca. Por lo tanto, cuando tomamos una taza de té, realmente estamos tomando una solución de polifenoles.

Matcha Premium
La hoja fresca, sin fermentar, presenta los polifenoles en forma de catequinas. El galato de epigalocatequina (EGCG) es la variedad de catequina más ponderosa y es la que concentra el té fresco no fermentado, que por ejemplo es el caso del té Matcha. De hecho, un estudio indica que el EGCG es de 25 a 100 veces más efectivo que las vitaminas C y E, conocidas como antiaging. Este estudio también demuestra que tan solo una taza de este té tiene efectos antioxidantes aún mayores que una porción de brócoli, espinaca, zanahorias o fresas.

El té Matcha orgánico puede esconder 100 veces más cantidad de EGCG que el que proporciona un té verde convencional. Por ello resulta tan beneficioso para proteger el organismo de los radicales libres que nos oxidan cada día. De esta manera proporcionamos al mismo tiempo ayuda al sistema inmunológico, así como al sistema cardiovascular. Además de todo esto, las catequinas, específicamente las EGCG, han sido estudiadas en las últimas décadas por su potencial habilidad para:

  • Luchar contra los signos del envejecimiento.
  • Ayudar a una correcta digestión.
  • Promover la salud del cerebro y del hígado.
  • Colaborar en el mantenimiento de unas encías sanas.

Helado de Té Matcha
Por último hemos de decir que el té Matcha resulta además muy versátil en la cocina. No sólo puedes disfrutar de un magnífico té espumoso fruto de una bonita ceremonia tradicional alrededor de una mesa amistosa; sino que también puedes realizar un sinfín de recetas tanto dulces como saladas: granizados, helados, tartas, pasteles, galletas… Ideal para poner a prueba el poder de tu imaginación a la vez que disfrutarás de sus valiosas propiedades de mil maneras ricas, diferentes y altamente saludables.


Hidrátate con té ;-)


2 comentarios:

  1. Tengo mucha fe en el té kukicha, lleva tiempo conmigo por el tema de los huesos. El té Rooibos, más que nada es que está muy bueno, pero el que más me gusta es el té hibisco, ese uhhhhhmm me encanta, es más pones ese té a cualquier persona que no le vayan mucho los tés, y es que con él siempre aciertas, gusta si o si, además ese color, que parece que te pusieron vino calentito....

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    1. Hola Clara!
      Sí... cada uno de ellos tiene su toque especial, nos aporta algo, tanto a nivel de degustación como a nivel de salud. Realmente según que planta conseguimos estimular o relajar alguna parte de nosotros mismos.
      A disfrutarlos :-)

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