¿Cuál es el alimento ideal para un recién nacido?
Sin duda, la leche materna y, de forma primordial, el primer calostro; ya que apenas contiene grasa ni calorías, pero en cambio aporta el principal sustrato inmunológico que se implantará en nuestro bebé y de donde surgirá posteriormente toda la línea de defensas orgánicas necesarias para la vida.
A parte de todo esto, nada más nacer, si la madre da el pecho al niño, la primera succión que él ejerce en la mama aumenta la liberación de la hormona oxitocina, la cual contrae el útero para disminuir la hemorragia postparto y al mismo tiempo favorecer la inmediata expulsión de la placenta.
La primera secreción es de gran contenido acuoso, por tanto sacia la sed del bebé, y posteriormente aparece el calostro, el cual estimula el aprendizaje inmune para el consecuente desarrollo de la tolerancia inmunológica y la paliación de posibles alergias. Los lactobacilos específicos como los bífidus, se transforman de lactosa en ácido láctico para entonces constituir el fermento necesario que repoblará toda la flora bacteriana intestinal del recién nacido.