lunes, 20 de febrero de 2017

El Helicobacter Pylori

La bacteria más perseguida...


El Helicobacter Pylori es una bacteria que se encuentra en el estómago del 50% de la población y más de un 90% de los pacientes que padecen una úlcera gástrica dan positivo a la prueba de esta bacteria.

Muchas personas con malestares digestivos e incluso intestinales, conviven con ella sin saber que padecen una infección con tratamiento a su favor. Realmente se trata de un proceso un poco lenta que ha de ser correctamente jerarquizado, pero con buena pauta se obtienen los resultados deseados.

El diagnóstico de la infección puede ser detectado de modo serológico, mediante la presencia de anticuerpos IgM o IgG en sangre, o bien por el test del aliento, el cual mide la producción de hidrógeno tras la ingesta de urea, esto es porque dicha bacteria produce ureasas que descomponen la urea ingerida liberando el gas de hidrógeno por exhalación oral.

Vamos entonces a lo realmente importante: la erradicación de la infección y la consecuente recuperación de nuestra salud digestiva.


TRATAMIENTO DE BASE


Muchas sustancias antibióticas naturales destruyen el Helicobacter Pylori en vitro, pero muy pocas han demostrado su efectividad en vivo. Dentro de ellos, los que obtienen mejores resultados como terapia principal de erradicación son:

  1. El aceite esencial de orégano salvaje.
  2. El aceite esencial de clavo.
  3. El aceite esencial de árbol del té.
  4. Las perlas concentradas en aceite de menta piperita.
  5. El extracto de semillas de pomelo.

A parte de esto hemos de tener en cuenta que el primer paso es alcalinizar el estómago para potenciar el efecto posterior del tratamiento elegido. Y también debemos recordar que para luchar contra la infección hemos de administrar al menos dos tipos de antibióticos naturales diferentes. En referencia a la alcalinización tenemos como opciones:

  • El carbonato de calcio.
  • Un multinutriente alcalino compuesto
  • Las ciruelas umeboshi enteras o en forma de pasta
  • Los batidos verdes concentrados en clorofila, como la alga espirulina o chlorella, el verde de cebada o de trigo, la alfalfa...
  • Las verduras lactofermentadas en pequeñas tomas varias veces al día como los pickles o el chucrut.
  • Otros alimentos fermentados como el tamari o el tempeh.
  • Las infusiones de té kukicha.
  • Las preparaciones a base de kudzu.


Al mismo tiempo hemos de dar un buen probiótico, si puede ser con cepas específicas mejor, ya que se ha demostrado que la erradicación del Helicobacter es mucho más eficaz si lo combinamos con el antibiótico. Dichos probióticos se han de mantener un mínimo de 15 días después de haber acabado el tratamiento.

Otra gran ayuda es la ingesta del oligoelemento zinc y el aminoácido L-Glutamina, ya que regulan el sobrecrecimiento bacteriano a lo largo de todo el tracto intestinal, mejorando al mismo tiempo la pared intestinal y la absorción de nutrientes.


TRATAMIENTO COMPLEMENTARIO


A parte de las nociones principales hemos de tener en cuenta los siguientes complementos:

El arándano rojo americano, ya que impide la adhesión de la bacteria a la mucosa digestiva y a las paredes intestinales. Puede ser ingerido en forma de zumos concentrados en ayunas, al natural como fruta rehidratada por ejemplo en un yogur natural cabra o de oveja o bien en cápsulas estandarizadas y altamente concentradas. Otro complemento que actúa de forma similar al arándano y que cada vez obtiene mejores resultados es el aminoácido D-Manosa, muy útil no sólo en infecciones bacterianas sino también fúngicas.

Ya que estas personas suelen tener problemas de dispepsia a causa de la colonización bacteriana negativa, plantas como el hinojo, hierba luisa o melisa en infusión o en extracto líquido resultan de gran alivio, ya que disminuyen los dolores cólicos, así como los gases, y además aumentan la producción de jugos gástricos cuando se toman justo después de las comidas principales mejorando en consecuencia la digestión.

La canela es otro componente a tener en cuenta ya que potencia la acción del resto de los suplementos aplicados, actuando como potente bactericida.

El regaliz contiene glicirricina, un compuesto que posee propiedades inmunoestimulantes con un elevado efecto antiséptico tanto sobre bacterias como sobre virus y además es el mejor complemento en casos de gastritis o úlcera gastro-duodenal.

Como tratamiento de base general sería correcto suplementar con un complejo inmunoregulador completo que contenga un conjunto de sustancias naturales responsables del aumento de las defensas en general de la persona afectada. Por ejemplo: echinacea, pau de arco, propoleo, lactoferrina, vitaminas A-C-E, selenio, astrágalo, andrographis, uña de gato, jengibre, eleuterococo o ginseng siberiano, hongos como el maitake o el shiitake, calostro, etc.


El Helicobacter Pylori es una bacteria causante de muchos desarreglos digestivos e intestinales, además se necesita constancia para lograr su eliminación, pero a través de la Medicina Natural se nos abren un montón de posibilidades como solución para finalizar este proceso y conseguir recuperar al 100% el buen estado de nuestro aparato digestivo, ya que constituye una de las piezas básicas de todo nuestro engranaje metabólico, de nuestro correcto aporte nutricional, así como de nuestra calidad de vida.


Nos encanta cuidarnos respetando la salud.

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