lunes, 19 de julio de 2021

Herramientas para gestionar el estrés

¿El estrés te motiva o te controla?

El estrés es un condicionante diario que, en su justa medida, resulta necesario para desarrollar las tareas del día a día. Si sabemos sobrellevarlo de la forma correcta, puede resultarnos beneficioso e incluso puede convertirse en un punto motivante para nosotros. Por sorprendente que pueda parecerte, así es, el estrés bien gestionado es humano, fundamental y productivo. Pero si, por contra, nos supera o no sabemos cómo gestionarlo; se convertirá en un problema serio y a la larga incluso puede desembocar en una enfermedad o un freno de nuestra propia vida.

Hoy haremos un breve resumen sobre los consejos más importantes a la hora de aprender a controlar dicho estrés diario al que todos estamos sometidos de forma natural e innata, a veces sin ni siquiera darnos cuenta.

De una manera sencilla y dinámica hablamos de los siguientes puntos clave:



Buscar el origen, la causa de tu estrés

La causa es siempre el punto de partida de toda situación potencialmente problemática. Lo más fácil es fijarse en qué momentos aumenta nuestro nivel de estrés y ante qué circunstancias.

De esta manera podremos identificarlo lo antes posible para que no aumente su grado de severidad y resolver así el origen del problema, antes de que vaya a más y resulte mucho más complicado o pueda llegar a ser irreversible. Cuanto antes demos con la causa, antes solucionaremos las consecuencias.


Comer nutriéndose, el alimento es tu combustible diario

Lo que comemos es siempre fundamental, influye en nuestra vida a todos los niveles, tanto físicos como emocionales. Si sabemos mantener una dieta diaria equilibrada, que contenga todos los nutrientes necesarios para el organismo, nuestra salud se encontrará en un correcto equilibrio para afrontar todo cuanto sea necesario, desde un punto de vista holístico y global.

Esto implica dejar de lado todos los excitantes como son: el alcohol, el tabaco, el café o las bebidas de cola. Estas sustancias no aportan ningún tipo de nutriente, su valor nutricional es cero.

Además el pico de energía y bienestar es sólo puntual y repentino, nada constante. Y su uso continuado a la larga produce problemas de agotamiento tanto físico como mental, por agotamiento de nuestras glándulas suprarrenales, conllevando a un desequilibrio del sistema nervioso y, en definitiva, a una falta de adaptación al estrés por falta de herramientas.


Dormir bien, siéntete descansado al despertar

Por la noche, durante la etapa del sueño profundo, es cuando nuestro organismo descansa y aprovecha a reparar el cuerpo desde un punto de vista orgánico a la vez que psicológico. De este modo consigue al día siguiente enfrentarse a las diferentes situaciones y contratiempos del día, de una forma más adecuada y con una visión más positiva.

Dormir bien es la base de una salud fuerte y duradera, es la base de un pensamiento despierto, fresco y resolutivo.


Practicar ejercicio de forma regular, muévete

Hacer deporte regularmente, siempre que esté adecuado a la edad y condiciones de cada persona, ayuda a liberar tensiones y facilita la subida de endorfinas. Estas hormonas funcionan como neurotransmisores, los cuales nos hacen sentirnos bien y sonreír a la vida con más tranquilidad y optimismo, al conseguir ver las cosas desde otro punto de vista.

Se ha de buscar ese deporte que te llene y te guste a ti y sólo a ti, que nunca coincide con el del vecino, ni el de tu mejor amigo. Existen hoy día miles de formas diferentes de ejercicio, busca el tuyo y mantenlo integrado en tu vida de forma constante, igual que cualquier otra tarea rutinaria que te hace feliz.


Ordenar el tiempo con eficacia, sé resolutivo

Las prisas y el desorden en las tareas cotidianas son causa de inquietud interno y angustia, ya que desmotivan enormemente.

La organización resulta fundamental para no entrar en el caos y el agobio del desorden. Si vives en un entorno desordenado, tu vida gira en torno a pensamientos poco constructivos, más bien destructivos...

Se debe dedicar a cada cosa su tiempo, ni más ni menos del necesario. Y sin olvidar nunca reservar unos momentos cada día para nosotros mismos.

El auto-cuidado es otra de las técnicas subscritas a un correcto control del estrés y una forma de aumentar nuestra autoestima. Así podremos desconectar, mimarnos, querernos y descubrir la fuerza que tiene nuestra reserva de energía interna de una forma natural e intuitiva.


Cambiar la perspectiva, piensa en positivo

Desarrollar un pensamiento optimista y con esperanza, hablar de nuestras dificultades con la gente de confianza que nos rodea y sentir el calor y el apoyo de aquellos que más nos aman nos ayudará a reducir las tensiones y manejar mejor los contratiempos.

No te reprimas, no escondas tus miedos o tus emociones negativas; ábrete a quien sea la persona adecuada y comparte tus cargas. Sentirás un enorme alivio y a la vez hallarás un punto de ayuda.


Romper con la monotonía, sal de la rutina

La rutina genera insatisfacción, aburrimiento, frustración y bloqueo. Planear con algo de antelación un amplio abanico de actividades variadas para disfrutar durante el fin de semana o durante los momentos de tiempo libre del día a día, es una buena manera de salir de los asuntos repetitivos de toda la semana y recargar las pilas para arrancar cada día con ilusión.

Aunque te dé la sensación de que no tienes tiempo para nada y de que al día le faltan horas, si te organizas bien, también encontrarás pequeños ratos para salir de las tareas obligatorias y buscar pequeñas escapadas que potenciarán al máximo tus tareas rutinarias.


Practicar técnicas de relajación, desconecta

Los ejercicios de meditación y de respiración, así como las diferentes técnicas de masaje u otras terapias como el yoga o el pilates son buenos aliados en el correcto control del estrés. Existe una diversidad muy extendida de prácticas complementarias que se adaptan a las costumbres específicas de cada persona.

Así por ejemplo la musicoterapia, hidroterapia, aromaterapia, terapia de la risa, relajación muscular y muchas más. Todas ellas ayudan a vivir el estrés del día a día de una forma constructiva y adecuada sin llegar a hacernos daño.


Complementos para ayudarte, busca ayuda

Si sientes que, áun así, con todo ello; te falta energía, tu mente no da más de sí y sientes que todo te rebosa, te supera... prueba a tomar un complejo B, algún complemento que ayude a la absorción del hierro, un complejo de plantas relajantes correctamente estadanrizadas, adaptógenos naturales como la Maca o la Rhodiola, incluso quizás un compuesto que incluya serotonina a partir del L-Triptófano...

Todo esto, siempre guiado de un profesional Naturópata que puede asesorarte correctamente o derivarte donde sea necesario, para no caer en fases más complicadas del estrés crónico o del estrés contra producente.

"Que el estrés sea tu aliado, no tu enemigo."

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