lunes, 18 de mayo de 2020

Primeros pasos para alcalinizar nuestra dieta

La dieta alcalina basada en la terapia Kousmine


Ya muchos sabemos los beneficios de llevar una dieta lo más alcalina posible. Por raro que suene esta palabra, resulta más sencillo de lo que parece. Simplemente debemos priorizar los alimentos vegetales sobre los animales, priorizar los alimentos de temporada y de proximidad, optar por las opciones menos procesadas.

Es decir, basar nuestra dieta en materias primas como las verduras, las frutas, los frutos secos, las semillas, las legumbres, los cereales integrales, los pescados por encima de las carnes, los huevos siempre que sean de gallinas en libertad, los lácteos fermentados en pequeñas cantidades y mejor de cabra o de oveja, evitando siempre los azúcares, los refinados, las harinas blancas, los aceites de baja calidad, las grasas saturadas…

Al final se trata de seguir una dieta saludable, con variedad de colores vivos y que nos haga mantenernos sanos, con energía, previniendo enfermedades y combatiendo las que vengan, a pesar de los años que nos lleven a una vejez con la mayor calidad de vida posible.

Vamos a desglosar lo que sería un día a base de una dieta alcalina pura, basándonos en las directrices de la doctora Kousmine, una gran estudiosa de enfermedades tan serias como el cáncer. He adaptado algunos de sus puntos, ya que esta terapia tiene ya muchos años, pero sus pilares siguen siendo los mismos.

Recomendaciones dietéticas


Desayuno


Crema Budwig

Batir en forma de crema los dos siguientes ingredientes:

  • 4 cucharadas de un yogur vegetal de soja o de kéfir de cabra. En todo caso natural y sin azúcar.
  • 2 cucharadas de aceite de lino prensado en frío sin refinar.
La emulsión ha de ser completa, por eso se ha de batir vigorosamente el aceite con el yogur mediante un tenedor.

A la mezcla se le ha de añadir lo siguiente:

  • El jugo de 1/2 limón.
  • 2 cucharaditas de un cereal integral ecológico y sin azúcares añadidos, por ejemplo en copos o hinchado.
  • 2 cucharaditas de un fruto oleaginoso también acabado de moler o bien entero en crudo.
  • Y para endulzar 1 plátano aplastado maduro o bien un poco de miel artesana o unas dátiles molidos tipo sirope.
Al conjunto final se le puede añadir alguna fruta autóctona del tiempo, preferiblemente manzana si estamos en temporada.

Los CEREALES a utilizar pueden ser la avena, el arroz, el kamut, la espelta, la quinoa, el amaranto, el trigo sarraceno, la cebada o el mijo, evitando el trigo común. Todos ellos han de ser integrales y prioritariamente de cultivo ecológico. En situaciones de estreñimiento optaremos por la avena, si por contra hay diarrea, será mejor el arroz integral. Se aconseja no mezclar diferentes cereales en un mismo día, sino ir combinando cada uno de ellos en los días consecutivos.

Respecto a los FRUTOS OLEAGINOSOS, hemos de elegir una o dos variedades al día dentro de las siguientes alternativas: nueces, almendras, avellanas, piñones, pipas de girasol, nueces de Brasil, nueces de Macadamia, pipas de calabaza, sésamo blanco o negro, lino dorado o marrón, pistachos, chía o cáñamo. Siempre crudos sin tostar y sin sal añadida.

Media mañana


Dieta Gerson

A lo largo de la mañana aprovecharemos a beber los zumos de la Dieta Gerson.

Éstos se preparan mediante una licuadora, utilizando media porción de zanahoria y media de manzana. No deben ser edulcorados de ninguna manera y se han de tomar en el mismo momento de hacerse, en torno a un licuado cada dos horas aproximadamente siempre que sea posible.

Si necesitamos un aporte extra de fibra o un poder más saciante, podemos hacer batidos en vez de zumos, es decir, triturar los 2 ingredientes enteros con un vaso batidor, en vez de licuarlos.

Comida


Proporciones del plato

  • 50% alimentos vegetales crudos (ensalada o batido verde).
  • 25% cereales integrales (arroz, quinoa, mijo, trigo sarraceno, cous-cous, bulgur, cebada, amaranto, escanda, centeno, kamut...).
  • 25% proteínas vegetales (legumbres como son lentejas, alubias, garbanzos, guisantes, soja, azukis, mungo o un pequeño puñado de frutos secos oleaginosos crudos).


Complementos

Aderezar la ensalada y la verdura con aceites vírgenes prensados en frío no refinados, con prioridad por el aceite de sésamo o de oliva virgen extra.

Se pueden confeccionar salsas para realzar el sabor de los alimentos, ya que al evitar los fritos, planchas y rebozados a alta temperatura el gusto es más suave. Las salsas serían preparadas a base de tamari, vinagre de manzana no filtrado, vinagre de arroz, vinagre de umeboshi, especias y hierbas aromáticas variadas.

Las algas son otro gran complemento a tener en cuenta.

Postre

Es en todo caso es opcional y las mejores alternativas serían:

  • Una compota de manzana casera.
  • Un bol de piña natural.
  • Una ración de papaya fresca.

Cena


Para cenar se recomiendan las verduras cocinadas, ya que son más fáciles de digerir, lo que facilita nuestro descanso nocturno.

Os mostramos 2 posibles ejemplos: una sopa hipocrática o un caldo de miso con cereal.

Hemos de aprender ante todo a escuchar nuestro cuerpo, de manera que si llegamos a la cena con más hambre real de lo normal, podemos añadir alguna preparación a base de huevo como un par de huevos escalfados, una tortilla francesa poco hecha, un huevo a la plancha con apenas aceite, un revuelto con setas y espinacas o similares.

Sopa Hipocrática

  • 1 patata
  • 1 trozo de apio
  • Unas ramas de perejil
  • Un diente de ajo
  • ¼ de raíz de hinojo
  • 1/2 puerro
  • 1/2 cebolla
  • 1 tomate
  • 1 manzana
  • Agua mineral natural
No pelar ninguno de estos vegetales, sencillamente lavarlos bien y cortarlos en trozos grandes. Cubrir todo con agua y cocinar a fuego lento durante una hora. Dejar templar y triturar hasta obtener una textura muy fina.

Caldo de miso

  • 20 gramos de mijo en grano.
  • Una cucharada sopera de miso de arroz integral (genmai), de cebada (mugí) o de soja (hatcho).
  • Un trozo de alga kombu o wakame.
Lavar en primer lugar los granos de mijo y ponerlos a hervir junto con el trozo de alga a fuego suave hasta que cueza completamente y quede blandito. Una vez fuera del fuego añadimos la cucharada de miso, la disolvemos y dejamos reposar la sopa durante unos 10 minutos. Ya está entonces preparada para tomar.

Fundamentos de la dieta


Evitaremos:

  1. Los dulces.
  2. Las harinas blancas refinadas.
  3. Los fritos.
  4. El pan blanco.
  5. Los aceites recalentados y refinados.
  6. Los productos animales y sus derivados.
  7. Los lácteos, excepto el kéfir de cabra y esporádicamente algún queso de cabra u oveja sin aditivos y poco curado.
  8. Las bebidas artificiales, gasificadas o azucaradas.
  9. Las carnes rojas.
  10. Los alimentos ahumados o en salazón.

Daremos prioridad a:

  1. Verduras, especialmente de hoja verde y en crudo o del genero Brassica como el brécol.
  2. Frutas propias de la estación.
  3. La cocina al vapor, al horno a temperatura controlada y los alimentos crudos.
  4. El consumo del alimento en el mismo momento de ser elaborado.
  5. Los alimentos integrales, ecológicos, de proximidad, propios de nuestra tierra y de temporada.

Suplementos naturales


Según cada caso, podremos ayudarnos de algún complemento natural para mejorar nuestra dieta y en consecuencia nuestra salud, como por ejemplo:


  • Vitaminas y minerales como el selenio y el magnesio.
  • Alcalinizantes, principalmente el calcio y el potasio.
  • Hongos específicos inmuno-reguladores, como el reishi, la melena de león o el cordiceps.
  • La L-glutamina, los prebióticos y los probióticos; para la correcta absorción y tolerancia intestinal.
  • Antioxidantes como por ejemplo el Café verde en extracto puro.
  • Las infusiones de Cardo Mariano, de Alcachofera, diente de león... para la depuración hepática.
  • Tratamiento fundamental del terreno emocional individual. No olvidar nunca este punto, pues quizás sino todo lo demás no funcione.


"La salud comienza por lo que comemos y termina en el intestino que poco a poco vamos cultivando."

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