miércoles, 17 de agosto de 2016

El Ajo Negro

Mucho más que ajo…


Los beneficios que aporta el ajo para la salud son ya de sobra conocidos por todos. Su protagonismo dentro del mundo de la medicina natural va constantemente en “crescendo”, ya sea debido a nuevos estudios publicados acerca de su poder como antioxidante, bien por su gran capacidad para bajar la presión arterial de forma gradual, por su potente efecto antiagregante, muy útil en casos de riesgo de trombosis o en diferentes afectaciones del corazón, bien por su función como bactericida natural y un extenso etcétera que no acabaríamos a muchas páginas más.

Así podríamos estar hablando largo y tendido acerca de esta planta tan especial, pero su mayor inconveniente surge para muchos a la hora de consumirlo, ya que puede resultar de digestión pesada, produciendo ardor de estómago o reflujo gástrico. Además, a dosis no muy altas, cambia el olor corporal, lo que resulta algo incómodo y poco adecuado hoy en día desde un punto de vista sociocultural. Es por esta razón que se vuelve complicado introducirlo como complemento diario y menos si recomendamos que se tome crudo, ya que es así como mejor conserva sus propiedades, pero por se vuelve aún más indigesto y su sabor repite posteriormente con mayor frecuencia.

Ajo negro pelado listo para su consumo
Por todo ello el ajo negro se presenta como una gran alternativa, pues no sólo es mucho más suave y elimina todos los inconvenientes mencionados, sino que además supera con creces las bondades del ajo común.

El descubrimiento conllevó cuidadosas investigaciones en Japón durante un tiempo muy extenso, previamente a conseguir el llamado hoy día ajo negro, ya tan difundido y tremendamente apreciado. 

El tono oscuro que adquiere no es debido a ningún tipo de tostado, sino que es consecuencia de la fermentación natural y totalmente artesana a la que es sometido durante sesenta días, sin añadir ningún tipo de aditivo y bajo una temperatura y una humedad muy determinadas.

Posteriormente, pasados estos dos meses, los científicos japoneses analizaron como el ajo no sólo había cambiado de color y de sabor sino que también había perdido casi el 97% del aroma tan fuerte responsable de que repita. Y lo que aún fue más importante es que, al realizar los pertinentes análisis cualitativos, vieron que las propiedades beneficiosas del ajo se multiplicaban de forma sorprendente hasta diez veces sus valores iniciales, y esto sobretodo era debido a que los componentes azufrados que posee se ven potenciados durante el proceso de fermentación.

Desde una vertiente más nutricional y de manera específica las propiedades del ajo más destacadas serían las tres que enumeramos a continuación:

  1. Posee los ocho aminoácidos esenciales de forma equilibrada y de fácil asimilación. Es decir, forma una proteína completa de fácil asimilación. Estos aminoácidos son responsables de la formación y reparación de los tejidos previniendo la atrofia muscular, por otro lado regulan los niveles de azúcar y de colesterol en sangre y además colaboran en la lucha contra los radicales libres que nos oxidan día tras día, frenando el envejecimiento prematuro de nuestros tejidos.
  2. Estimula las defensas de nuestro sistema inmunológico, actuando como un verdadero antibiótico natural con capacidad tanto antibacteriana como antiviral, antiparasitaria y antifúngica, esto es, lucha contra todo tipo de infecciones que acontecen contra nuestra salud.
  3. Colabora en diversas funciones hepáticas, llevando a cabo una correcta depuración de toxinas y de grasas saturadas acumuladas sobre las paredes venosas y arteriales. Al mismo tiempo que interviene en la producción del L-Glutatión, de gran importancia en la cadena defensiva, así como en la lucha contra diversas enfermedades.

Por todo ello, el consumo habitual de tres dientes de ajo negro al día, resulta muy beneficioso para cualquier persona, ya sea como medida preventiva o como ayuda específica.

El momento del día más idóneo para aprovechar al máximo sus bondades es a primeras horas de la mañana, preferiblemente en ayunas, ya que además actúa como estimulante mental y aporta un plus de energía física para afrontar la jornada, sin aportar ningún tipo de cafeína o similares. Por esta razón resulta ideal en el campo del deporte, en el momento previo al entrenamiento diario; o bien en general para situaciones de bajo estado de ánimo y de debilidad emocional. Incluso debemos decir que se considera un alimento afrodisíaco, mejorando el deseo sexual tanto en hombres como en mujeres.

Las personas con problemas respiratorios notan rápidamente sus efectos, a consecuencia de sus propiedades detoxicantes, ya que en estos casos, al verse bloqueada la vía de salida de toxinas a través de los pulmones, la elevada concentración de azúfre del ajo negro ayuda a la apertura de dichos emuntorios y favorece conjuntamente la estimulación del hígado en su función depurativa de todo el organismo.

Más allá de todo este buen número de beneficios, el ajo negro llama la atención por su sabor tan especial, sorprendentemente delicioso, pues en el paladar crea una curiosa mezcla de matices dulces y salados que le confieren un toque de distinción y exquisitez. Además su textura también cambia, se vuelve tierno, blando y muy suave, por ello es ideal para untar a modo de paté con tostadas a la hora del desayuno o como tentempié a media mañana. Aunque, como siempre sucede en la cocina, sus posibilidades gastronómicas pueden convertirse en ilimitadas dentro de la imaginación que desarrollemos cada uno de nosotros.

Los formatos de venta son muy variados; desde entero en cabezas protegido por su respectiva piel, en dientes ya pelados listos para su consumo por unidades e incluso triturado en forma de mousse, perfecto para disfrutar sobre unas tortitas de cereales.

Distintos formatos disponibles de AJO NEGRO
Espero que os animéis a probarlo y podáis disfrutar no sólo de su sabor sino también de sus notables efectos.

Qué bonito es cuidarse...

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