miércoles, 7 de marzo de 2018

La ultra conocida Candida Albicans


Esa levadura que convive con nosotros, pero a veces desequilibra todo nuestro ecosistema


La Candida es una levadura que de forma natural y saludable forma parte de nuestra flora bacteriana y, en condiciones normales, es beneficiosa para nosotros. Pero si ésta se reproduce en exceso e invade nuestra mucosa intestinal, pasa a ser un microorganismo oportunista de difícil erradicación.

Por ello conviene seguir unas pautas muy precisas para solucionar el problema cuanto antes y que no llegue a cronificarse. Ya que además su sintomatología es muy desagradable, pudiendo repercutir a todos los niveles a largo plazo, como por ejemplo presentar depresión, cansancio crónico o malestar digestivo de muy diversa índole.


MEDIDAS GENERALES


Ante una infección de Candida, ya sea de tipo intestinal, vaginal o bucal; el primer paso a tener en cuenta es evitar todo tipo de azúcares o alimentos que los contengan, puesto que la levadura se alimenta de hidratos de carbono, sobretodo los rápidos o simples.


Un 75% de la dieta ha de ser a base de verduras de temporada, por lo que deberán estar presentes en todos nuestros platos a diario como rutina fundamental.

Puede ser en forma de cremas, al vapor, asadas al horno, salteadas a la plancha o estilo wok... Así como una amplia variedad de ensaladas frescas acompañadas de semillas, aliños a base de ajo, todo tipo de especias y hierbas aromáticas en abundancia y sin olvidar los brotes vegetales germinados que aporten un toque crujiente y un extra de nutrientes a nuestro plato final.

El otro 25% será a base de proteínas de buena calidad, sin toxinas ni hormonas. Puede ser de origen animal como los pescados salvajes, las carnes blancas de pollo, pavo o conejo, los huevos de ganadería ecológica certificada...

O bien fuentes de proteína vegetal como la combinación de legumbres con cereales integrales o con frutos secos y semillas, el tofu, el tempeh o las hamburguesas veganas caseras o con ingredientes reales (cereales integrales, soja texturizada, legumbres, verduras…). Ha de priorizarse la proteína por encima de los hidratos de carbono en una primera fase, dejando de lado las féculas con mayor índice glucémico como patata o la pasta, las cuales se introducirán progresivamente a lo largo de la segunda fase.

No deben usarse fritos ni rebozados, sino opciones como el vapor, la plancha, las cremas o purés, el papillot, los asados… 



En las comidas principales evitaremos los postres dulces y en todo caso los procesados.

Mantendremos una correcta higiene diaria en la cocina, siendo aconsejable desinfectar las verduras y las frutas con unas gotas de lejía de uso alimentario rebajada con agua mineral.

Una vez controlado el primer brote, debemos incorporar los probióticos para repoblar la flora que ha sido alterada. El kéfir de leche de cabra u oveja cruda o los yogures vegetales de soja o de coco naturales sin azúcar ni frutas añadidas son las mejores opciones, y sino algún probiótico específico para hongos y levaduras en forma de cápsulas o sobres durante 2 ó 3 meses, según el número de recidivas y la cronicidad del proceso.

A largo plazo hemos de controlar los hábitos alimentarios vigilando que nuestros alimentos sean lo más frescos posible, como un seguro extra frente a nuevos brotes, actuando de forma más estricta cuando sospechemos una bajada de las defensas en nuestro sistema inmune, ya que la cándida es una levadura con tendencia a recidivar de forma constante si no seguimos un tratamiento correcto para cada caso concreto.

Ahora veremos de forma más detallada cuales son los alimentos más indicados en caso de tener candidiasis, y cuales por el contrario debemos evitar. Finalmente os comentaremos algunas sencillas ideas de menús adecuados para la erradicación de la misma.

LISTADO DE ALIMENTOS DE UNA DIETA ANTI-CANDIDA


PERMITIDOS


Carnes blancas
  • Pollo ecológico de corral.
  • Pechuga de pavo de buena calidad.
  • Conejo.


Huevos
  • Siempre que sean ecológicos y si esto no es posible, de gallinas criadas en libertad.


Pescados
  • Variedades de pequeño tamaño como: las sardinas, el bocarte, el lenguado, la caballa…


Endulzantes
  • Estevia en primer lugar y sino azúcar de abedul, pero preferiblemente adaptar el paladar a no añadir ningún tipo de endulzante.


Frutas
  • En fases más avanzadas, pasados 2 ó 3 meses dependiendo de cada caso, iremos incorporando aisladamente cada una de las frutas comenzando por la manzana y en segundo lugar la pera, por último los cítricos.



Bebidas
  • Abundantes infusiones endulzadas con unas hojas de estevia, así por ejemplo orégano, menta, tomillo, canela o regaliz.
  • En ayunas zumo de pomelo o de limón con extracto puro de propóleo.
  • Beber en general agua abundante entre horas. Dejarla reposar en una jarra para evitar su alto contenido en cloro.
  • Bebidas vegetales sin edulcorantes: de almendras, avena, arroz, coco, alpiste…


Harinas
  • En las primeras fases se recomiendan los panes sin gluten, por ejemplo de trigo sarraceno o de quinoa, así como los panes germinados de centeno o panes alemanes 100% integrales.
  • A partir de la segunda fase introducir progresivamente los panes integrales, que no sean de trigo común, sino cereales más primitivos como la espelta.


Frutos secos
  • Almendras sin piel, nueces, nueces pecanas, nueces de Brasil, anacardos, piñones, avellanas…
  • En todo caso al natural sin sal y crudos sin tostar.


Semillas
  • Lino, sésamo, chía, amapola, pipas de calabaza, pipas de girasol o semillas de cáñamo.
  • Las podemos hidratar, moler o bien tostar ligeramente en una sartén sin aceite para mejorar su absorción.


Algas
  • Las algas verde-azuladas como la espirulina o la chlorella, son de gran importancia por su alto contenido en clorofila, encargada de depurar el organismo y con un gran poder antioxidante general.


Cereales
  • El gluten agrede las paredes intestinales favoreciendo la instauración de la Candida, por tanto, escogeremos los cereales libres de gluten como la quinoa, el amaranto, el trigo sarraceno, todas las variedades de arroz o el mijo.
  • La pasta integral preferiblemente no hasta la segunda fase, sí que puede ser pasta a base de harina de legumbres o de los cereales sin gluten nombrados anteriormente.


Vegetales
  • Todos excepto los prohibidos de la lista siguiente y en cantidad abundante.
  • Dar preferencia al ajo. El ajo fresco crudo y triturado contiene azufres como la alicina, aliina, alliinasa y la S-alliicisteína que eliminan los parásitos intestinales debido a su efecto antibiótico. Al triturarlo rompemos sus paredes celulares y es más fácil extraer las sustancias beneficiosas que contiene. Otra gran opción es tomar 2 o 3 dientes de ajo negro en ayunas, ya que el proceso de envejecimiento del ajo multiplica sus propiedades antisépticas y depurativas, además de proporcionar una buena dosis de energía.


Zumos
  • A base de vegetales, no licuados sino triturados en forma de batidos, principalmente a base de hoja verde.


Germinados
  • De soja, alfalfa, brócoli, lentejas, cebolla, puerro, remolacha, alfalfa, garbanzo, judía mungo...


Aceites y grasas
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Aceite de sésamo y de lino prensados en frío.
  • Aceite de coco virgen: el ácido caprílico presente en el aceite de coco es un potente antibactericida, por ello se aconseja tomar una cucharada antes de cada comida o bien usarlo para aderezar el plato, incluso sirve para cocinar porque aguanta las altas temperaturas.


Cacao
  • Cacao puro en polvo sin nada más, en las primeras fases incluso se puede substituir por harina de algarroba.


A EVITAR


Carnes
  • Carnes muy grasas como la de cordero, las carnes rojas y las de caza.
  • Las carnes ahumadas, procesadas o embutidas y la carne cruda estilo steak-tartar.


Pescados
  • Atún, salmón y otros pescados de piscifactoría.
  • Tampoco aquellos de gran tamaño con exceso de metales pesados como el plomo o el mercurio.


Azúcares
  • Edulcorantes que procedan de la sacarosa.
  • También los productos que la contengan como: sacarina, maltosa, dextrosa, fructosa, maltodextrina o siropes.
  • Productos que lleven malta como los cereales para el desayuno o los cereales tostados solubles substitutos del café.


Colorantes y conservantes
  • Casi todas las conservas y alimentos precocinados.


Frutas
  • Todas en una primera fase excepto el limón y el pomelo.
  • Evitar especialmente las uvas, el melón, el caqui, el plátano y la chirimoya por su alto contenido en hidratos de carbono simples.
  • Así como los zumos, mermeladas y compotas, licuados o frutas confitadas.


Fermentos
  • Vinagre, substituir por un chorrito de zumo de limón.
  • Tempeh (habas de soja fermentadas).
  • Shoyu o tamari (salsa de soja).
  • Miso (pasta de soja fermentada), chucrut (tiras de col blanca fermentada), yogur o kéffir.


Estimulantes
  • Té, excepto el té verde o té moruno (con menta).
  • El café se puede sustituir por achicoria.


Lácteos
  • Leche de vaca, cabra o de otros animales.
  • Cualquier derivado lácteo, como los quesos y demás postres lácticos.


Levaduras
  • Pan
  • Pizza
  • Levadura de cerveza (sí se permite la levadura nutrional).
  • Pastillas de caldo concentrado o caldos envasados en brick.


Alcohol
  • Todos, incluyendo las bebidas fermentadas como la sidra o la cerveza.


Refinados
  • Harina refinada de trigo o de cualquier otro cereal como el centeno o la espelta-
  • Pan blanco
  • Pasta blanca
  • Arroz blanco.


Vegetales
  • Sólo los que poseen alto contenido en hidratos de carbono como por ejemplo: patatas, zanahorias, remolacha, boniatos, yuca y calabaza.
  • Tampoco setas y champiñones, habas tiernas, guisantes, maíz dulce en conserva, olivas verdes y el resto de encurtidos en vinagre.


Frutos secos
  • Cacahuetes
  • Pistachos


Frutas desecadas
  • Todas, especialmente: dátiles, pasas e higos.


Aceites y grasas
  • Margarinas vegetales y mantequilla (puede ser ghee o mantequilla clarificada).
  • Aceites refinados o de mala calidad.
  • Aceites de semillas como girasol o maíz.
  • Chocolate con leche o crema de cacao o polvo de cacao instantáneo.


Condimentos
  • Crema agria.
  • Nata líquida para cocinar o montar.
  • Salsa de tomate envasada.
  • Mostaza comercial.


Dulces
  • Alimentos horneados.
  • Galletas, pastas, bollería y otros productos de pastelería.
  • Caramelos y golosinas.


OPCIONES DE MENÚS


Desayuno

  1. Un par de tostadas de pan ácimo (sin levadura ni gluten) con espinacas y huevo tipo 0.
  2. Un batido de bebida de almendras con estevia pura en extracto y limón.
  3. Porridge de avena sin gluten con cacao puro en polvo, aceite de coco y cúrcuma.
  4. Un vaso de bebida de alpiste con crema de avellanas y cereales sin azúcar.
  5. Crackers de trigo sarraceno con tahín, tomate, aguacate y jamón ibérico.
  6. Pan tostado de arroz y quinoa con anchoas y crema de almendras blancas.
  7. Leche de coco aromatizada con vainilla en rama y mijo hinchado al natural.
  8. Bebida de avena sin gluten con canela de Ceylán y copos de quinoa.

Media mañana o media tarde

  1. Un zumo de pomelo con jengibre en polvo.
  2. Una limonada con infusión de menta.
  3. Un zumo de tomate natural con pimienta negra.
  4. Dos tortitas de arroz integral con unas lonchas de tofu salteado en aceite de coco virgen.
  5. Un puñado de nueces al natural.
  6. Batido de espinacas y pepino con bebida de arroz.
  7. Paté de aguacate con canela y sésamo tostado.
  8. Crackers de castaña con hummus para untar.

Comida


Primeros platos
  1. Escalibada.
  2. Wok de verduras salteadas con semillas de chía y germinados variados.
  3. Calabacines rellenos con tomate picado, cilantro, albahaca y cebolla tierna.
  4. Ensalada de rúcula con brócoli laminado, semillas de amapola, cúrcuma, aceite de oliva virgen extra y rabanitos en flor.
  5. Tapenade de aceitunas negras con orégano y cebollino picado.
  6. Berenjenas rellenas con cebolla, tomate y nata de coco.
Segundos platos
  1. Revuelto de huevos con espárragos trigueros y ajo.
  2. Sardinas al vapor con eneldo, tomillo y orégano.
  3. Pimientos rellenos de tofu salteado.
  4. Vichyssoise de puerro con bebida de arroz y coco y caballa al horno.
  5. Lentejas estofadas con zanahoria, comino, alcachofa, apio y pimiento rojo.
  6. Garbanzos en ensalada con dados de verduras de colores al vapor.
  7. Caballa salvaje al horno con tiras de pimiento rojo y verde asados.
  8. Pisto de verduras casero con dados de pavo a la plancha.
  9. Arroz integral o arroz rojo con verduras en juliana y alga wakame.

Cena


Primeros platos
  1. Crema de coliflor con leche de coco y nuez moscada.
  2. Verduras al horno o salteadas tipo wok.
  3. Gazpacho con limón en vez de vinagre y sin pan.
  4. Ensalada de rábanos y pepinos con menta y limón.
  5. Sopa de cebolla, zanahoria, apio y nabo con alga dulse.
  6. Ensalada tibia de canónigos y judías verdes salteadas con picada de ajo y perejil.
  7. Alcachofas al vapor con crema de coco al curry.
Segundos platos
  1. Tortilla francesa de berenjena.
  2. Pollo de corral hervido en su jugo con cama de verduras.
  3. Tomates rellenos de huevo duro a las finas hierbas.
  4. Hamburguesa vegetal de quinoa, de mijo o de lentejas.
  5. Conejo guisado con ensalada de endivias a las finas hierbas.

Puede que muchas veces hayas pensado que no es posible, pero realmente no hay nada imposible y puedes comer bien a la vez que erradicas tu infección, notando paso a paso la mejoría si te mantienes firme y constante.

Pero en todo momento hemos de recordar que esta dieta no es un patrón de dieta habitual, sino condicionada a una patología concreta en un momento dado de nuestra vida. Y por supuesto cada caso posee un contexto muy personalizado que debe contemplar en particular un terapeuta específico, el cual decidirá qué dieta es la perfecta para ti y sólo para ti.

Porque no somos enfermedades somos enfermos, y por encima de todo somos únicos.


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