lunes, 13 de marzo de 2017

La lucha contra el Cáncer - 2ª parte

Continuación...


Continuando con los 7 ámbitos fisiológicos afectados por la enfermedad del cáncer, seguimos hablando de los puntos siguientes, para así dar fin a nuestro artículo de hoy.

  • En primer lugar la pérdida de cabello, la cual no tiene gran importancia a nivel de salud, ya que es un síntoma transitorio y meramente físico, pero sí que afecta a la imagen corporal de la persona.
  • En segundo lugar las alteraciones hormonales, en cuyo punto la mejor medicina es la preventiva, tal cual explicaremos a continuación.
  • Seguidamente las consecuencias a nivel cardiaco, donde nunca hemos de olvidarnos de nuestras dos amigas por excelencia: la Coenzima Q-10 y la L-Carnitina.
  • Y por último la implicación de las células sanas, detalle irremediable, en donde nuestro sistema inmune juega un papel fundamental.


Vamos pues a desarrollar cada uno de estos ámbitos paso a paso.


4) Afección de los folículos pilosos


Por lo que para lograr una más rápida reconversión de esta consecuencia deberíamos aumentar en la medida de lo posible la ingesta de toda la gama de antioxidantes a través de la alimentación. Los colores morado, amarillo y anaranjado serían los principales a tener en cuenta en cada una de las comidas, así como las verduras del género crucíferas, entre las que se encuentra el brécol, la coliflor, todas las coles, etc.

Y ya una vez acabado el tratamiento quimioterápico, es recomendable tomar un complejo antioxidante concentrado en cápsulas o en polvo, lo más específico posible según la localización del cáncer y su grado de afectación.

También una vez finalizados los quimioterápicos podríamos hacer enemas periódicos de café verde cada 3 días. Estos enemas además de tener un potente efecto antioxidante general de todo el terreno, son grandes depurativos hepáticos, por lo que nos ayudarán a disminuir más rápidamente los tóxicos que hayan quedado depositados.

En esta misma dirección actúa la alga chlorella, la cual se concentra sobretodo a nivel intestinal, ideal a la hora de preparar batidos verdes, preferentemente en ayunas como primera comida del día.



Como siguientes ayudas antioxidantes tenemos la vitamina E suministrada como mezcla de tocoferoles y unida siempre al Selenio, nos actuaría como antioxidante del medio graso.

Por otro lado tenemos la vitamina C a altas dosis, pero no más de 3 gramos al día para evitar su efecto laxante. Mejor en todo caso si va unida a bioflavonoides, ya que hacen sinergia en el proceso de absorción. Con ella cubriríamos toda la línea acuosa de nuestro organismo (antioxidante por tanto de sangre, linfa y resto de líquidos corporales).

También el Resveratrol es otro gran protector de la oxidación cuando queremos actuar sobre los capilares sanguíneos más pequeños, así como las paredes de todo el torrente circulatorio, tanto arteriales como venosas.

Y por su lado el Ácido Alfa-Lipoico nos cubriría ambas vertientes ya que engloba tanto la esfera hidrosoluble como la liposoluble.

A parte disponemos de otros suplementos como la N-Acetil-Cisteína, encargada de neutralizar la oxidación hepática, así como la acumulada en el intestino y el sistema nervioso central.

Por último no nos deberíamos olvidar del Cardo Mariano, estandarizado en 400 mg de Silimarina. Este principio activo es el necesario para que se produzca la regeneración del hígado, ya que es nuestro órgano más importante desde el punto de vista de la eliminación de toxinas, entre otras muchas bondades.

Si unimos el Metil-Sulfonil-Metano o MSM aumentamos aún más la acción hepato-detoxicante, ya que aportamos una gran cantidad de Sulforafanos y el azúfre a parte de estimular la depuración es un gran aliado de la salud de las mucosas.

Y para terminar disponemos de otras ayudas de la fase I y II de depuración hepática como son la Colina, el Inositol, el aminoácido L-Metionina y la Vitamina B12.

5) Alteraciones gonadales


Antes de iniciar la quimioterapia sería recomendable hacer una congelación de folículos ováricos u ovocitos, como medida preventiva para evitar la posible incapacidad fértil posterior al tratamiento. Así como la congelación de esperma en el caso del hombre.

De cualquier manera, la suplementación con vitamina E y aceite de onagra o de borraja también colaborarían en este sentido, para acelerar la reconstitución de todo el aparato reproductor.

Si el cáncer es de tipo hormono-dependiente, como en el caso del carcinoma mamario, deberíamos sumar la complementación con granada, ya que disminuye la concentración de estrógenos. Así como 90 mg de Isoflavonas de soja en su forma Aglicona, divididas en tomas de 30 mg 3 veces al día.

6) Toxicidad cardiaca


Como protector del corazón y al mismo tiempo relajante muscular y nervioso para ayudar al sueño y al bienestar general del enfermo, tenemos el mineral Magnesio. Serían suficientes unos 400 mg al día y preferiblemente en la presentación quelada con aminoácidos, para evitar su posible efecto laxante, o bien unida a la vitamina B6, la cual potencia su asimilación.



Aquí también deberíamos incluir la L-Carnitina, ya que es el mayor aliado cardiaco en la conversión de energía por parte de las células encargadas de la contracción miocárdica. Tomando en torno a 1’5 gramos fuera de las comidas lograríamos además un buen efecto vigorizador complementario, contrarrestando por tanto la fatiga generalizada de un organismo desgastado en su lucha ante la dura enfermedad.



7) Alteración del genoma y destrucción de células sanas


La inevitable afectación de células no tumorales por parte de los fármacos anticancerígenos, hace indispensable la toma casi de por vida de algún tratamiento inmunoestimulante preventivo, evitando así una posible recaída en un cáncer posterior. Por ello mantendríamos una dosis mínima diaria de los hongos inmunorreguladores, de los cuales ya hablamos en la primera parte de este artículo. Al menos sería recomendable realizar ciclos de 3 meses sí y un mes de descanso.

Otro gran preventivo de última generación y cada vez con más estudios científicos que avalan su eficacia, es el principio activo que se concentra en el brécol, el Indol-3-Carbinol. Por ello, la ingesta regular de esta verdura, así como las cápsulas de su extracto o bien el concentrado en polvo ideal a la hora de preparar batidos verdes, nos funcionarían como barrera en la proliferación de nuevos tumores.

Disponemos también de otras alternativas homeopáticas basadas en la Microestimulación inmunológica u Homotoxicología, especialmente durante los 5 años posteriores a la quimioterapia.

Por otro lado; en el caso de que el tratamiento consista en Radioterapia, para evitar las quemaduras y mejorar su cicatrización disponemos del gel de Aloe Vera puro mezclado con aceite de prímula o de girasol de forma tópica sobre las zonas afectadas. Al mismo tiempo, como suplemento homeopático vía oral, tenemos la Belladona a la 7 CH, 5 gránulos antes de cada una de las tres comidas sería suficiente para disminuir la irritación de la piel causada por las radiaciones. Y después de cada terapia radiológica deberíamos a su vez ayudar a repoblar la flora intestinal mediante Fructo-oligosacáridos o FOS. E incluso el zumo de Aloe Vera puro a nivel interno actúa como potente regenerador de toda la mucosa digestiva e intestinal. Nunca olvidemos que el intestino sigue siendo siempre nuestro segundo cerebro y foco prioritario de salud.


Además de todos estos remedios paliativos tenemos dos grandes complementos procedentes del aceite de hígado de tiburón que nos ayudan a potenciar la efectividad de la quimioterapia. Son los llamados Alquilgliceroles y el hidrocarburo poliinsaturado denominado Escualeno. Tomando 6 perlas el mismo día en que sea administrado el fármaco aumentamos la acción definitiva del medicamento.

Y no podemos en ningún caso dejar de lado la esfera emocional y psicológica del paciente mediante un correcto apoyo emocional proporcionado por las Flores de Bach más adecuadas a cada caso, así como los diferentes métodos de relajación como la meditación o el Yoga.


Para concluir solamente añadir que en el cáncer juega también un papel muy importante el poder de nuestra mente, esto nos viene a decir que el que de verdad lucha y se recupera es aquel que, al margen de cuidarse y realizar el margen tratamiento posible, encierra dentro de sí un enorme deseo de vivir. Podríamos resumirlo de forma bien sencilla diciendo…

“Querer es Poder”

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